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24 de septiembre de 2013

Sembrar y cocinar para otras y otros: afirmando los gestos concretos

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Sembrar y cocinar para otras y otros: afirmando los gestos concretos

Lc 13,20-21

Nidia V. Fonseca R.

Mayo 2013

Introducción: ¿Cómo nos acercamos a la Palabra?

Para empezar, quisiera recordar que todo discurso,  además de representar simbólicamente el mundo que expresa, está fundamentado en una base mitológica. Sin los mitos, ningún discurso se sostiene. Por tanto este estudio plantea un discurso para cuestionar los imaginarios y los discursos oficiales sobre nuestra realidad y para releer el texto bíblico; para lograrlo nos fundamentamos en las teorías de género, de la complejidad y la constructivista.

La parábola que nos ocupa, no se explica completamente si no se la relaciona con la parábola anterior (Lc13, 18-19). Parábola, género literario y recurso pedagógico que Jesús usaba para expresar conceptos abstractos por medio de comparaciones con experiencias concretas conocidas por las personas de su tiempo.

Ambas parábolas cierran una sección muy interesante que Lucas organiza, esta sección contiene perícopas, parábolas y discursos que Jesús dirigió a los fariseos, aunque hay presentes otros sujetos (sus discípulos, mujeres, niños, soldados romanos, el pueblo que le seguía). Son dos los escenarios de esa sección:

a.       La casa de un fariseo  que le invita a comer

b.      La sinagoga donde sana a la mujer jorobada

Estos discursos se inician en el cap. 12 y terminan con las dos parábolas mencionadas del cap. 13. A su vez, esta subsección forma parte de otra mayor, que se inicia en el cap. 9.51 y termina en el 19.28, conocida como “Camino a Jerusalén”. 

Por otra parte, el evangelio nos muestra siempre dos contextos: el  de Jesús y el de la comunidad de Lucas.

Pasemos entonces a analizar entonces la parábola, objeto de este estudio.

 

Punto de partida: Los pueblos salen del closet

Una vez ubicado, brevemente,  el texto en su contexto en la introducción, quisiera sintetizar nuestro contexto, pues es desde allí que me acerco a esta parábola, para ello quiero hacer énfasis a una perspectiva específica para sintetizar nuestro contexto. Esa perspectiva es la siguiente: “los pueblos salen del closet por asfixia o por conciencia”.

 ¿Cuáles pueblos? Los empobrecidos por la historia colonial y poscolonial, discriminados por su condición de género, edad, etnia y discapacidad, estigmatizados por su condición sexo-género, a los abandonados por las familias y el Estado, pulverizados militarmente (invadidos) por los intereses político-económicos hegemónicos y, desgarrados por la naturaleza (calentamiento global). Son los que llama Carlos Mejía Godoy “los tristes más tristes del mundo”.

Asfixia, son los gritos de los que “claman en el desierto”, bajo la desesperación no organizada y autodestructiva, como las adicciones, o los gritos de los inocentes que no pueden defenderse de sus abusadores.

Conciencia, son los movimientos de los grupos  sociales ya organizados, los que deciden instalar sus gritos en las redes sociales, los que además de manifestarse en las redes deciden instalarse en las calles para simbolizar su queja,  son como los profetas del AT, que denuncian la injusticia, que exigen  transformaciones  específicas, a corto y mediano plazo.  Entre estos movimientos  se encuentra el movimiento feminista que se ha caracterizado por denunciar  las violencias sistemáticamente y ha desarrollado la teoría de género. Teoría que permite no solo denunciar la ideología patriarcal y su sustento en la organización jerárquica sino que también plantea  el proceso de la conformación de las identidades,  y las relaciones entre mujeres y varones. Y que últimamente no se conforman con haberse instalado el símbolo  del 25 de noviembre como día de la no violencia contra la mujer sino que también ha decidido  que cada 25 de mes denunciar este flagelo cotidiano. Así que hoy, 25 de mayo, formamos parte de ese movimiento que dice ¡No a las violencias todas y en particular a la violencia contra las mujeres!

Así que la organización real y simbólica del mundo y de la vida humana, histórica y actual, están claramente cuestionadas por los pueblos de ayer y de hoy.  La organización simbólica del mundo occidental está basada en el imaginario judeo-cristiano dominante que se caracteriza por presentar a Dios como masculino, controlador, jerárquico, patriarcal, vengativo y retributivo, moralista, estigmatizante y excluyente. Y este imaginario para todas y todos debe ser de gran preocupación pues el cristianismo aparece legitimando la ideología dominante y justificando las injusticias sociales, políticas, económicas y religiosas, así como todas las discriminaciones, estigmas y violaciones a los derechos humanos y de la naturaleza.

Lucas 13, 20-21

Ubiquémonos en el texto, pero uniendo las dos parábolas pues no quedaría completo el mensaje si las separamos.  Veamos los escenarios, sujetos y acciones que presenta el texto:

Escenarios: vida cotidiana. En la vida cotidiana hay muchos espacios. En aquel tiempo podemos figurar por lo menos tres:

*         Espacios de producción y de reproducción: por lo general es el espacio conocido como “casa”, donde conviven mujeres y hombres en relaciones conyugales, hijos, hijas, esclavos, hermanos, hermanas, madre, a veces, padre (esto no es un fenómeno moderno, pues en la vida de Jesús se testimonia en el texto bíblico claramente a María pero muy débilmente a José).

*         Espacios públicos y privados: claramente separados. El espacio público es en donde está el pueblo buscando alternativas para la vida, donde se manifiestan las oraciones por lo menos tres veces al día de los fariseos, sacerdotes, escribas, dando gracias porque no nacieron mujer, donde hay taumaturgos ofreciendo sanidades milagrosas, donde hay profetas proclamando el arrepentimiento, donde hay soldados romanos, enfermos en busca de sanidades…. Sinagogas, mercado…

*         Espacio habitado: o mundo creado para que todas y todos convivan, animales domésticos, árboles, pájaros, personas judías, samaritanas, sirofenicias, griegas, romanas. Unos colonizados, otros colonizadores.

*         Mundo: espacio imaginario, espacio cultural, donde se plantean las visiones de mundo y las leyes.

*         Sujetos:  las parábolas llaman la atención sobre la forma tan simple como presenta a las personas que habitan aquel mundo

*         Hombres (campesinos, artesanos, trabajadores, productores, comunes)

*         Mujeres (trabajadoras, artesanas, campesinas, comunes)

*         Pájaros (animales, aves migratorias, entorno natural)

La simpleza sin embargo, contiene un gran escándalo de fondo, que quizás para nosotros y nosotras hoy no lo sea en nuestro discurso, sin embargo en nuestras acciones si lo es! Jesús y Lucas ponen en igualdad de condiciones a las mujeres de los hombres. ¿Cómo es eso? En una cultura donde los hombres, en especial los líderes religiosos que también ostentaban el orden de la ley de Dios y del mundo y que daban gracias a Dios por no haberles hecho mujer, que esta sea sujeto es un escándalo terrible! Es una inmoralidad de Jesús, el a los ojos de su contexto es una propuesta indecente! ¿Cómo es que Jesús se atreve a comparar el Reino de los cielos o a Dios con una mujer, con una invisible, con una impura? Las mujeres o los sujetos invisibles de ayer y de hoy saben que sus acciones cuando se trata de acciones de liberación tienen que ser en un primer momento clandestinas. Es decir, las acciones individuales  y comunitarias de liberación son realizadas desde la “otra esquina”, desde la “orilla”, desde lo ilegítimo. Y esas acciones son por lo general calificadas por el discurso oficial de inmorales, de indecentes. Bueno pues entonces, tenemos a un Dios indecente, a un Jesús indecente, que contrapone imágenes divinas y humanas en relación a las establecidas y reconocidas por todas y todos como las morales y las correctas.

*         Objetos: la parábola hace mención especial a dos objetos

*         Árbol de mostaza: son productos de la naturaleza que crecen fácilmente en esa región,  crecen espontáneamente, no necesitan ser cultivados. De ese árbol se extraía aceite, el cual era muy cotizado. Se le cuidaba de los animales que habitualmente le buscan para refugiarse en ellos pues su presencia “competía” con la necesidad humana de comercializar su fruto o el aceite. Pero la parábola dice que este árbol es sembrado o cultivado por el hombre. Este detalle simple a primera vista, también resulta otro escándalo. ¿Cómo sembrar algo que crece espontáneamente en ese lugar? ¿Para qué cultivar lo que siempre nace y permanece todo el año? ¿Qué sentido tiene?

*          Levadura / masa: o masa madre enmohecida, usada para fermentar la masa fresca para hacer crecer el pan. Pan crecido que se usaba para comer cotidianamente, pues el pan sin levadura es el usado litúrgicamente, para ofrecerle a Dios el reconocimiento de su intervención en la historia para detener la esclavitud, el dolor de los y las inocentes, el clamor del pueblo por la injusticia. Mientras el pan con levadura representa la comida diaria, el pan nuestro de cada día. Pero, llama también en esta parábola la atención de la acción de la mujer, que mezcla ambas masas en una acción “secreta”, clandestinamente, pues esconde en la masa fresca la masa enmohecida. ¿Por qué tiene que agregar la masa de esa manera, por qué la tiene que esconder? Se refiere simplemente a que ambas se mezclan y que la masa fermentada es una porción pequeña en relación a la masa fresca que al mezclarse ambas, es como si una se escondiera de entre la otra. ¿O representa más bien a las mujeres y a todos los sujetos que son “escondidos” por el sistema, por vergüenza o por culpa? Sujetos discriminados y estigmatizados a los cuales se les carga de normas, mitos e ideologías para esconder la injusticia estructural, el orden que sustenta la explotación y el empobrecimiento simbólico y real de muchos y el privilegio y la comodidad de una élite que domina? ¿O es que representa la acción “escondida” que se realiza “en la otra orilla” para la sobrevivencia de los invisibles? Acciones que van desde las que se realizan para la vida personal, cotidiana y acciones claramente planeadas que implican tiempo para organizarlas bien y que se  ejecutan colectivamente porque son para transformar la vida y el orden impuesto!

*         Acciones:

*          para que los pájaros reposen: llaman la atención también  la razón de las acciones. Una vez más Jesús resulta indecente! ¿Cómo se atreve Jesús decir que el árbol de mostaza es cultivado para que los pájaros reposen? Si los pájaros que pretendían llegar a posarse en esos árboles eran espantados cotidianamente por los hombres que sacaban de ellos el aceite. Sí, así era, había los hombres dedicados a esa tarea, a no permitir que los pájaros posaran. Entonces, ¿qué quiere Jesús decir con eso? Cultivar un árbol que no se cultivaba para que dejar que los pájaros reposen. Aquí quiero llamar la atención porque algunas traducciones bíblicas traducen reposar por anidar. No es lo  mismo, reposar es solo una acción pasajera, mientras que anidar implica establecerse. Yo me inclino por reposar pues Jesús habla de que él no tiene ni dónde reposar su cabeza!  Se trata de pájaros migratorios que solamente se posan en los árboles para descansar y luego seguir su camino. ¿Qué representan esos pájaros en la parábola? ¿A los extranjeros, término usado para justificar el estigma,  la discriminación y hasta la muerte de algunos pueblos por parte de los israelitas,   al llamado que les hace Dios de no maltratar al extranjero porque ellos fueron extranjeros en Egipto, a ellos que al haber sido invadidos por los romanos son extranjeros en su propio territorio o a los muchos vecinos que convivían con ellos y que despreciaban por no ser circuncidados? ¡En fin… representan eso y mucho más si hacemos la relación con nuestro mundo de hoy…! 

*         para que hayan muchos panes: ¿para qué? ¿por qué es necesario que haya el pan nuestro de cada día en abundancia? ¿cuánta gente hay sin pan? ¿para quién o para quiénes esta mujer cocina mucha comida? Aquí la indecencia de Jesús está en la cantidad de comida! Algunos podrían decir, ¿qué hizo esta mujer? ¿cómo se atrevió a cocinar para tanta gente si nadie le dijo que lo hiciera? ¿cuál es el pensamiento, el imaginario de esta mujer, en quiénes pensaba, cuando mezcló a escondidas la levadura para que hubiera mucho pan?

Punto de llegada: gestos concretos

 Desde mi perspectiva, estas acciones a las que Jesús invita a realizar desde estas parábolas y en especial desde la parábola de la mujer, son acciones epifánicas. Una acción es calificada como epifánica cuando Dios se ha manifestado o aparecido directamente, como cuando habla por medio de una nube cuando Jesús es bautizado.   La epifanía sucede en estas parábolas a través de las acciones que provocan  el encuentro con los sujetos de la Misión de Dios (natura y humanidad), porque allí  se hace encuentro con Dios!

Sí Dios se hace presente cuando nosotros y nosotras, sea de forma clara, abierta, planificada, cultiva un campo para que muchos y muchas, que no conocemos pero que sabemos que existen, se beneficien de ese producto porque al pasar por el campo pueden reposar en él. Como el hombre que cultiva el árbol de mostaza para que los pájaros reposen. O cuando realizamos acciones, a escondidas, clandestinas, “inmorales o indecentes” para la oficialidad, como la mujer que mezcla la levadura a escondidas con la masa para que haya muchos panes, pero que sabemos que son acciones que van a multiplicar la justicia, el pan nuestro de cada día, para que no falte en ninguna mesa, para que la justicia se haga presente en cada hogar, en cada cocina, en todo el mundo habitado. En esas acciones abiertas o escondidas, ocurre la presencia de Dios, en el ahora, en el inmediato, en el corto plazo. Pues son acciones cuyo resultado disfruta el que las cultiva o la que las mezcla.

En resumen:

Jesús nos invita a actuar en la vida cotidiana, como mujeres y hombres comunes, realizando acciones para muchos y muchas, en participación equitativa, recíproca, ciudadana, en el presente. Esas acciones son gestos concretos que buscan la dignidad inmediata de las personas y la responsabilidad comunitaria, para que sean acciones epifánicas, acciones de la manifestación de Dios.

 

Bibliografía

Althaus-Reid, Marcela, 2000. La teología indecente: perversiones teológicas en sexo, género y política. España: Bellaterra.
Bovon, Francois, 2002. El evangelio según San Lucas II. Salamanca: Sígueme.
Fitzmyer, Joseph, 1987. El evangelio según Lucas III. Madrid: Cristiandad.
Gómez, Acebo, Isabel. Lucas. 2008. Navarra: Verbo Divino.
Houtart, Francois, 2006.
Los movimientos sociales y la construcción de un nuevo sujeto histórico. San José: Pasos 125, DEI.

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