Autor/es: Patricia Menutti 14|Juan Gattinon
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Ser testigos
Idea:
Somos testigos. ¿Qué significa ser testigos? Idea de entrega. Idea de presencia. Ser confiables.
Algunos fueron llamados a entregar la vida hasta la muerte, pero todos somos llamados a entregar la vida.
Algunos se han jugado la muerte, pero todos nos jugamos la vida. ¿Somos testigos? ¿Somos confiables?
En algunos casos para ser testigos hay que callar, en otros casos hay que proclamar.
Somos testigos de Jesucristo, no dueños
Dinámica:(centar este devocional en la idea de confesión)
R: Lectura: Juan 21. 24-25
- Canción:
Were you there when they crucified my Lord?
Oh sometimes it causes me to tremble, tremble, tremble.
Were you there when they crucified my Lord?
Concluyendo la canción, se lee la traducción:
¿Estabas allí cuando crucificaron a mi Señor?
Oh, a veces me hace temblar, temblar, temblar.
¿Estabas allí cuando crucificaron a mi Señor?
- Afirmación: Somos testigos de nuestro propio encuentro con Jesús
- ¿Y a vos cómo te pasó? A otros les pasó así:
(Se definen distintos personajes para tipificar las distintas formas
de conversión y encuentro personal con Jesucristo.
Una persona actúa cuatro frases, luego se arrodilla en el altar.)
Pedro
Fue Andrés el que me buscó, me invitó, insistió no sé cuántas veces para que te siguiéramos... Yo creí que con todos los años y con todas las cosas que pasamos juntos, te conocía y te seguía. Pero no...
Cuando me preguntaron si era de los tuyos, les dije que no... tres veces les dije que no.
¿Sabés cuándo fue? ¿Sabés cuando me di cuenta lo que eras para mi?...
Cuando me preguntaste si te amaba... si te amaba más que ellos...
Pablo
Pensar que yo te perseguía. Era de aquellos que desde la vereda de enfrente levantaba el dedito acusador... Creía que las sabía todas... por los maestros, la experiencia y tantas cosas.
¡Me tuviste que dejar CIEGO para que entendiera! ¿Te das cuenta?
Estaba ciego, pero me dejaste ciego para que entienda.
¡¿Cómo no entender entonces?! ¿Cómo no explicarle a todo el mundo que
yo soy el primer pecador, y que por más males que te quise hacer, me salvaste por tu gracia, por tu amor?
Desde que me devolviste la posibilidad de ver, no dejo de decir que... nada, ni lo alto, ni lo profundo, ni tribulaciones, ni la propia muerte, nada... nada nos puede apartar de tu amor.
La mujer samaritana
Cuando te conocí en el pozo de agua, creí que eras uno más... Uno más de esos maestros (con sorna), y encima me parecías soberbio...
Todavía no entiendo muy bien, cómo era que no sólo conocías toda mi historia, si no además sabías que estaba cansada de toda mi historia.
¿Cómo sabías que tenía sed de vivir?
Yo sabía que iba a venir el Mesías, pero nunca pensé que te iba a encontrar cara a cara, pidiéndome agua. Desde ese día, con esa agua que fue bálsamo de vida para mí, no hago otra cosa que tratar de llevar a mi gente a tu fuente de agua viva
Zaqueo
Era la guita (dinero) lo que me interesaba, Señor. Realmente, quería más guita. No, la gente no me importaba... yo no sabía si estaba bien o estaba mal. Yo quería guita. Es más había calculado que con unos años más de ganancia, les hacía pito catalán a los
romanos y vivía como un rey. Era la guita, nomás, era la guita...
Ese día pasabas. Todos decían que eras alguien importante, un tipo especial. Y a mi justo se me ocurre subir a la higuera... ¡y me miraste a los ojos! ¿Te das cuenta...? A LOS OJOS... Creo que desde que nací que no me miraban a los ojos (¿quién va a pensar
que detrás del que cobra hay una persona?).
Tu mirada lo hizo todo... si, yo cambié, pero tu mirada lo hizo todo...
La mujer adúltera
Yo quería decirles: ¡Ustedes hacen lo mismo! Ustedes hacen lo mismo pero la ley los defiende. A nosotras no nos defiende nadie. Esa mañana se vinieron enfurecidos, tenían cientos de piedras... y pasó eso... pasó que estabas allí... precisamente cuando me iban a matar, cuando buscaban un: «sí, mátenla...» Estabas allí, tranquilo y yo
temblando como una hoja.
Creo que no escuché lo que dijiste mientras escribías en la tierra. Pero después, como una brisa fresca, escuché que me decías: «Mujer ¿dónde están los que te condenan?»
Y me perdonaste... me defendiste y me perdonaste... (se va yendo) me defendiste y me perdonaste.
Centurión
Sigo pensando que no soy digno de que entres en mi casa. Sigo pensando que con una palabra tuya es suficiente. Soy un centurión, y fui educado en la disciplina, por lo tanto creo, creo firmemente.
Pero necesito, Señor, que digas tu palabra, necesito que me digas cuál es la misión, qué tengo que hacer. No busco sutilezas,
ni cuestiones raras. Necesito tener las cosas claras y entonces: creo! No soy de los que quieren molestarte con mis pedidos. Sé que necesito muchas cosas, como aquel día cuando sanaste a mi siervo. Pero más que
eso necesito tu palabra, tu voluntad, tu dirección, tu luz.
- Canto: Oh, deja que el Señor te envuelva (Mil vocesN° 190)
Se canta la primera estrofa
Luego se invita a pasar ante la cruz grande, arrodillarse, recordar la propia conversión, agradecerle por la obra que hizo en mí y
prometerle al Señor ser testigo de esa experiencia.
A continuación invitar a que si alguno todavía no ha tenido este encuentro con Jesucristo, puede acercarse a la cruz para que se produzca en ese momento.
(Mientras la gente se acerca se sigue cantando)
- Canto: No nos iluminó para dejarnos regresar (Como para sellar la promesa hecha)
La gente retorna a sus lugares
Credo apostólico (todos juntos)
Creo en Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, y en
Jesucristo su único hijo y Señor nuestro, que fue concebido del
Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el
poder de
Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, ascendió al
cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre todopoderoso, de
donde vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el
Espíritu Santo, la santa iglesia universal, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección del cuerpo y la
vida perdurable. Amén
- Se introduce la idea de que debiéramos ser confiables, o sea que nuestro testimonio sea lo más coherente posible 1ª Juan 1.
5-9
- Tiempo de confesión y reconocimiento de nuestra falta de testimonio, con preguntas como:
¿Qué es lo que nos frena para decirle a los que te rodean que Jesús es la respuesta? Nos genera: miedo, timidez, inseguridad, vergüenza? ¿Por qué nos resulta más fácil dar una moneda o un pedazo de pan que
orar con y por la persona en necesidad?
Afirmar que no es una cosa para experimentados, conocedores o doctos es una cuestión de fe sencilla
- Himno: Cautívame Señor (4 estrofas) Leer 1 estrofa
- Nos anunciamos el perdón:
Así como para un alcohólico lo más cercano es otro alcohólico, para un pecador lo más cercano es otro pecador. Yo, que también soy
pecador, te anuncio el perdón de los pecados.
- El Señor nos perdona y nos devuelve el gozo de la salvación
Canto:
Despierta, levanta y ante tanta farsa
grita al mundo ahora: ¡Más vale la vida!
Es que existe algo que nos da esperanza,
son las buenas nuevas del amor de Dios.
Despierta, levanta, y con voz bien alta
grita al mundo ahora lo que crea vida.
Es que existe algo que nos da esperanza,
son las buenas nuevas del amor de Dios.
- Introducir la idea de que anunciar las buenas nuevas / predicar a Jesucristo a menudo nos puede llevar al martirio. La
propuesta no es entregar la muerte sino entregar la vida: quizá no sea la cárcel o los leones como los primeros cristianos, pero probablemente sea tener menos tiempo para cosas personales, quizá no
sea la privación del gozo y los placeres, el celibato o los castigos corporales, pero tal vez el compromiso voluntario y placentero de
deja cosas que no tienen que ver con los valores de la fe que en Cristo Jesús vemos que conducen a la vida plena, quizá no sea morir, sino vivir por su causa, quizás sea ser pastor o pastora, o llevar
adelante un ministerio de enseñanza, o de profecía, o de diaconía- dejarse usar por los que necesiten, visitar a los enfermos,
evangelizar, visitar las cárceles.
- Invitamos a la gente a levantar la mirada hacia la nube de testigos, tomar ejemplos de vida (los santos), mencionar sus nombres
en voz alta, dando el tácito mensaje, para mí, pero también para los demás, que quisiera seguir su ejemplo.
¿Cuál de estos ejemplos te servirían para caminar por el camino de Jesús?
- Terminar cantando: Mira que te mando que seas valiente (del grupo CALEB)